Andar haciendo arte

por Elsa Aurora Nieto, corresponsal desde Buenos Aires

“Lo que está de moda no me interesa, 
sino que me gusta la expresión del arte en el cuerpo. 
Tengo un estilo determinado que, para mí, es un misterio.”

María Teresa Cibils

Mujer que irradia elegancia, delicadez en el abrazo y confianza para el encuentro.

Desde los  dieciocho años que usa sombreros y suele armarse los atuendos según su imaginación.

Todo en ella es sutil: los gestos, el tono y color de voz.

Multifacética. Nunca hace todo al mismo tiempo. Suele estar a solas horas conectada a las “musas inspiradoras”, las que hacen que sea humorista gráfica, cuentista infantil, poeta, cantante, fotógrafa… 

María Teresa Cibils

MTC: Yo soy segunda de once hermanos. Mi padre y mi madre querían ser cura y monja hasta que se conocieron, y se dijeron “ya que nos vamos a casar, que vengan todos los hijos que Dios mande”. Y así fuimos llegando, aún perdiendo ellos tres hijos.

Soy santafecina y siempre recuerdo a mi mamá embarazada.  Pero todos los hermanos, con un año y medio de diferencia entre cada uno, nos llevábamos maravillosamente. La dificultad era para mis padres ya que habiendo tantos chicos reinaba cierto caos en la casa.

Era un hogar muy divertido; en cierta forma hacíamos lo que queríamos y yo me quedaba despierta hasta tarde escribiendo poemas.

EAN: Entonces el arte, la escritura se te fue dando desde siempre…

MTC: Desde que tengo uso de razón hago cosas creativas en el arte. Por ejemplo, no sabía escribir y le dictaba a mamá poemas y cuentos que yo inventaba y ella me los escribía.

Yo soy la segunda de once hermanos pero estoy entre cuatro varones. Así que fui medio ‘varonera’ y aventurera.

De chicos éramos muy independientes, nos íbamos solos a la playa y aprendimos a nadar. Recuerdo que llevaba mis muñecas con la ropa de playa que yo les hacía. Tenía un amor muy grande por ellas como si fuesen seres vivos.

EAN: ¿En qué momento pasaste de esa niñez y adolescencia creativa en las distintas áreas del arte a decir ‘voy a ser Asistente Social’?

MTC: Iba a un colegio donde a los doce años tenía mis cuestionamientos sobre cómo debería ser una correcta práctica pastoral. 

Pasé, entonces, al Colegio Nuestra Señora del Calvario que tenía mucha actividad con la comunidad y además estaba el gran músico litúrgico Padre Osvaldo Catena quien me decía que tenía una gran claridad de lo social siendo aún muy pequeña.

Sabía que podía estudiar arte, dibujo, pintura, canto que directamente era mi gran vocación. Pero me parecía en ese momento, por todo el contexto también de la época, que era perder el tiempo. Yo decía “si hay tanto desequilibrio social ¿dónde tengo que estar en este presente?”.

Aunque, quizás, hoy lo vea como un error porque el arte también se puede enfocar hacia lo social, en aquel entonces mi camino era claramente estudiar Asistencia Social. Y así lo hice. Mientras estudiaba, trabajaba en la Extensión Universitaria de la Universidad del Litoral, logrando construir un pequeño edificio para talleres de artes y oficios en una zona vulnerable de la Provincia de Santa Fe.

EAN: Intuyo una personalidad rebelde.

MTC: Siempre fui muy rebelde, recuerdo irme de mochilera con amigas. Hoy lo llegan a hacer mis hijos y me muero de miedo. Era una época en que sentía que se podía.

EAN: Supongamos que fue ese sentir por adolescencia. Pero si suponemos que no, ¿qué nos pasó? ¿Por qué ahora no? 

MTC: ¿Qué nos pasó? ¿Qué le pasó al mundo? ¿Qué nos pasó a los seres humanos?

EAN: Los sesenta fueron una explosión de libertades y colores para luego el temor a la guerra nuclear junto a otros temores en el mundo, fue un involucionar.

MTC: Sí, fue involucionar. Pero antes también había problemas que no veíamos, y quizás todo lo posterior fue respuesta por aquello.

EAN: Todo como reacción.

MTC: Claro. También las brechas sociales en cualquier país, en algún momento estallan aunque la mayoría no estemos de acuerdo con la violencia.

EAN: ¿Cómo continuó trajinando esa Asistente Social?

MTC: Organizaba desde el arte trabajos en distintos lugares y de lo más lindo que hice fue un grupo de teatro infantil “Los loros barranqueros” con quienes hicimos giras y también actuaron en la radio de la Universidad.

EAN: Siguiendo con esa línea, entre todas tus facetas artísticas está la de grabar discos y escribir libros infantiles.

MTC: Sí, todo eso antes lo hacía con mis hermanos. Armaba hasta un Pesebre Viviente con ellos, que incluía música grabada. Practiqué allí ese amor a los niños que tuve siempre.

EAN: ¿Y tu llegada a Buenos Aires para que todo eso viera luz a más gente?

MTC: Yo estaba despidiendo a una amiga que se iba a vivir a Europa. Me puse a realizar dibujos de niños y niñas como si fuera una historieta muda en una servilleta, y esta amiga que era artista plástica vio lo que estaba haciendo y me dijo “María Teresa, eso es una belleza. Pásalo en limpio y vete a Buenos Aires.

Y me hizo click. Pasé en limpio alrededor de veinte dibujos que eran tiras de humor y me vine a Buenos Aires con el propósito de dedicarme a ello.

Llegué un lunes y ni bien me instalé fui al Diario Clarín porque admiraba al dibujante y humorista Caloi.

EAN: ¿Sin cita?

MTC: Sin cita y no me conocían. Obvio, me dicen que no, a lo cual respondí  (tras mis ruegos infructuosos) que si se encontraba le dijera: “lo quiere ver la primera humorista del país”. 

Y Caloi me recibió, intrigado y con un café.

EAN: ¿Y qué dijo?

MTC: Que eran muy poéticos, con mucha ternura combinada con el surrealismo. 

Me dio algunas indicaciones de dibujo y que me tomara un taxi para ir en ese momento al Diario Mayoría diciendo que iba de parte de él. 

Me recibe la secretaria del director que ya sabía de mi llegada porque Caloi la había llamado. Empieza a ver mis dibujos Bruno Jacovella  y me contrata. Con fotógrafo y nota presentación “Nuevos valores: María Teresa Cibils y sus Pupis (porque la muñequita que hice se llamaba Pupi).

EAN: Fue literalmente llegar y empezar a trabajar en un medio importante de esos años, casi apadrinada por Caloi, todo en el mismo día. ¿Eres consciente que tienes una vida angelada?

MTC: ¿Viste? En el arte, en todo lo artístico se me han abierto las puertas así. 

Conseguí también trabajo en el diario El Litoral con tira diaria y ya tenía dos empleos. Luego me llaman de la revista Gente para entrevistarme y más tarde de otros medios.

EAN: Es que todos estaban viendo lo que dijiste “la primera mujer haciendo tiras gráficas”.

MTC: ¡En menos de un mes se dio todo eso! Más tarde entro en el Diario La Nación donde publico por once años tiras sin palabras. 

Me llamó García Ferré para republicar las tiras en Anteojito y fuera del país -en España- donde él tenía revista.

Me convocaron de editoriales para recopilar las tiras en libros y me invitaron a escribir cuentos. Entonces, con los personajes de las tiras (el árbol, la jirafa y otros) fui construyendo historias.

Luego, me llamaron de una firma importante para un contrato por quince años donde se comercializarían varios productos sobre lo que hacía; pero dudé muchísimo, no me sentía libre. Firmé una cláusula con posibilidad de rescindir a los dos años y así fue. 

Siempre pensé desde el corazón, desde mi esencia y la alegría que me daba hacer las cosas. Seguramente haciendo aquello hubiera ganado mucho dinero y hubiera sido muy reconocida, pero elegí ser auténtica y hacer las cosas que me alegran.

EAN: ¿Cuándo empezaste a poner la voz en tus creaciones?

MTC: Cuando el editor del libro de ‘La Pupi, tira de humor sin palabra’ me dijo “¿Por qué no le escribes poemas, le pones música y haces un disco?”

Sí, a todo dije que sí porque desde los quince años componía para amigos. Y el disco fue hermoso, con bellas canciones. Y es hermoso este camino recorrido donde, por ejemplo, mis libros fueron adquiridos para los colegios.

EAN: Yo vi esas tiras en televisión…

MTC: Claro, en el 2001 pasaban cada noche las tiras en Canal 7 por animadores de García Ferré. Hasta que llegó la crisis económica del país y eso se detuvo. 

Se detuvo todo. En un momento perdí los derechos que finalmente, después de largo tiempo, logré recuperar.

EAN: ¿Autodidacta siempre?

MTC: Fui autodidacta hasta que me contrataron. Entonces, empecé a estudiar y a profundizar haciendo talleres. Tanto en pintura como en canto.

Mi camino fue el inverso: primero me contrataron por mi natural talento y luego fue la búsqueda con la formación adecuada.

EAN: Es lo que dio identidad.

MTC: Sí, igual que con la música. Soy intuitiva. Mis hijos Hernán Jacinto y Juan Jacinto -que son músicos importantes -, me acompañaban al inicio. 

EAN: Tu vida tiene otras aristas artísticas en la actualidad. También con el canto en otro géneros y la fotografía.

MTC: Estaba viviendo en Punta del Este con mi segundo marido, también artista, Augusto Rodríguez Larreta, que tuvo una vida interesantísima y para mí maravillosa. 

Tenía allí, el mejor taller del mundo frente al mar y sin embargo estaba trabada creativamente. 

En la presentación de un libro de una amiga sentí que tenía que hacer algo distinto. Y empecé a musicalizar a otras personas que son los autores que me emocionan, conocidos o no.

Hasta que en una oportunidad me invitaron a un homenaje que le hacían a Alejandra Pizarnik y alcanzo a hacer cinco canciones con poemas de ella.  Yo sentí que vibraba con sus poesías y que a pesar de que ella tenía esas oscuridades, también lograba descubrir sus luces, esa luz vital que tenía. Alejandra es una autora que me conecta mucho con la vida y la belleza.

EAN: ¿Qué es la poesía?

MTC: No sé, pero sé dónde está. Sé si lo que leo es poesía. Y muchas veces la descubro cantando más que al leerlas. Eso es lo que me pasa con Pizarnik.

Una artista visual vio una fotografía de ella en el celular y la invitó a que no dudara en hacer una exposición. 

EAN: Ahora apareció la fotografía con mucha fuerza acompañada de tus haikus. Y te pregunto con ellos… “Desprendiéndose de cárceles antiguas busca libertad” ¿Cúales son esas cárceles?

MTC: En mi caso, cárceles fueron la educación tan estricta que recibí al inicio y un montón de prejuicios. Todo aquello moralista que no tiene que ver con la moral.

EAN: “¿En qué cimientos está construido un mundo que se desarma?”

MTC: Me pregunto viendo al mundo en este momento ¿qué base tiene?, es como un mazo de naipes que se cae. Habrá que construir hermanados algo nuevo.

EAN: Ese es el deseo, pero “¿Habrá salidas en mundos oprimidos que nos agobian?”

MTC: A veces creo que no. Que este mundo más de un loco lo puede terminar. Pero, al lado de todo eso está la emoción que me da el ser humano en su más auténtica expresión, sin la contaminación de la sociedad con su culturización. El que crea arte saca al niño a jugar, entonces tienes que conectarte con esos sentimientos de la niñez. Y eso, el despojo de todo lo posterior, es una salida.

EAN: Una nueva educación

MTC: Sí, algo diferente.

EAN: Me gustó mucho una fotografía, porque realmente logré visualizar a primera impresión lo que en ella habías escrito “Seres que huyen, el mundo no da tregua y no hay regresos”. ¿Hacia dónde estamos huyendo? ¿Dónde nos vamos a refugiar?

MTC: Todos estos haikus los expreso con mi fotografía. Yo me refugio en el arte; a la vez siento que el mundo está en una gran decadencia. 

Si somos idealistas decimos que el amor lo va a transformar todo. Claro, si practicásemos el amor verdadero el mundo se salva; pero esa lucha entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte está… Y yo me digo: “¿Dónde fuiste Alejandra? ¿A buscar la vida del otro lado de la noche?” Y es que creo en la trascendencia.

Dialogué con una persona de ojos siempre expectantes, de vida apasionada, y también como le dije ‘angelada’. 

“Creo en mí porque también alguien cree en mí, alguien me elije”, me dijo. Si hasta el recordado compositor y cantante César Isella creyó en ella que le produjo su disco “Anticipar” (ingresar a Spotify) tras haber ido a su casa y escuchar durante cuatro horas sus temas.

Inquieta, creativa. Además de sus obras, diría yo que se la puede ver allí donde impera la alegría y la mano extendida.

Mientras, me sumo a quienes esperan, con o sin disco, las presentaciones que va a realizar de las canciones con los poemas de Alejandra Pizarnik, como en su momento lo hizo con Idea Vilariño. 

María Teresa, felicito tu vida y la celebro.

“Lo que yo hice sin reglas es lo que le dio originalidad a mi trabajo”
María Teresa Cibils

María Teresa Cibils